El certificado energetico especificará por medio de una escala de siete letras, que van de la A a la G, el nivel de emisión de CO2 comparándolo con las dimensiones del edificio en cuestión. De esta manera, la intensión es que el comprador o inquilino pueda comparar y valorar la eficiencia energética como un factor añadido a la hora de tomar la decisión de comprar o alquilar.
En los edificios, la eficiencia energética es calculada midiendo la energía que se ha consumido todos los años en condiciones normales de uso y ocupación. Para esto se tienen en cuenta todos los servicios quie son usados de forma habitual, como ser la calefacción, refrigeración, ventilación, producción de agua caliente sanitaria e iluminación, con el fin de mantener las condiciones de confort térmico y lumínico y sus necesidades de agua caliente sanitaria y calidad de aire interior.
En qué consiste el Certificado Energético
El indicador recoge los kilogramos de CO2 divididos por los metros cuadrados de la vivienda (kg CO2/m2 al año). A aquellos que tengan un ratio de emisiones inferiores a los 6,8 kg CO2/m2 en el año se les asignará letra A, o sea la mejor calificación. La peor nota, que lleva la letra G es para aquellos inmuebles que han superado los 70,9 kg C02/m2 por año
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