El certificado de eficiencia energética no tiene en cuenta el consumo eléctrico de los electrodomésticos en el hogar.
Aunque la certificación energética de viviendas no mida el consumo energético de los electrodomésticos, es importante conocer qué electrodomésticos gastan más energía y cómo hacer un mejor uso de estos para reducir el coste de la factura eléctrica.
A continuación podrás ver cuales son los aparatos electrónicos que consumen más energía en nuestros hogares.
Frigorífico
El frigorífico es el electrodoméstico gasta más energía Con mucha diferencia el frigorífico es el electrodoméstico gasta más energía en casa.
El 30,6% del consumo eléctrico del hogar lo realiza el frigorífico. Por eso a la hora de comprar uno nuevo es muy importante fijarse en el etiquetado. Los frigorífico calificados con las letras A, B y C son los de bajo consumo.
Además abrir la puerta del frigorífico las menos veces posibles y no introducir alimentos calientes ayuda a que el motor del frigorífico haga menos trabajo.
Lavadora
La lavadora consume el 11.8% de la energía del hogar y el lavavajillas el 6,1%. Para ambos electrodomésticos la mejor recomendación es usarlos llenos y utilizar programas de lavado cortos. En el caso de la lavadora, siempre que se pueda programar el lavado en frío.
Ordenadores, televisión y modo StandBy
La televisión consume el 12,2% de la energía y el ordenador el 7,4%. Pero en ambos casos lo importante es apagarlos completamente cuando no estén en uso.
Dejar los electrodomésticos en stand by es una muy mala pero habitual costumbre. Los aparatos en stand by suponen el 10,7% del consumo eléctrico en casa.
En la cocina, es importante aprovechar la energía residual. El horno consume un 8,3% de la energía eléctrica de nuestros hogares.
Es conveniente, tanto en el horno como en la vitrocerámica, apagar ambos electrodomésticos antes de finalizar de cocinar, de esta forma estaremos aprovechando el calor residual.
En el caso del horno no abrir la puerta innecesariamente, ya que cada vez que se abre la puerta, se pierde un mínimo del 20% de la energía acumulada en su interior. En el caso de la vitrocerámica, es conveniente usar recipientes adecuados por tamaño y capacidad y taparlos para aprovechar el calor.